Médicos Sin Fronteras insta al gobierno de Kenia a no cerrar los campos de refugiados de Dadaab y Kakuma

La medida obligaría a más de 300.000 refugiados somalíes a volver a un país desgarrado por la guerra.

MSF
09/05/2016

"La declaración realizada por el Gobierno de Kenia sobre el cierre de los campos de refugiados de Dadaab y Kakuma alegando motivos de seguridad, pone de relieve una vez más el continuo y flagrante abandono de millones de refugiados en todo el mundo”, denuncia Liesbeth Aelbrecht, coordinadora general de MSF en Kenia.

“En el mayor complejo de campos de refugiados del mundo, Dadaab - donde MSF trabaja en el campo de Dagahaley - el cierre pondrá en riesgo a unas 330.000 vidas somalíes y tendrá serias consecuencias humanitarias, al obligarlos a regresar a un país desgarrado por la guerra y con un mínimo acceso a la vital asistencia médica y humanitaria”, prosigue Aelbrecht.

“Esta no es la primera vez que el Gobierno ha hecho estas declaraciones respecto a la devolución forzada de los refugiados. MSF insta al Gobierno keniano a reconsiderar esta decisión, y a que - junto a las organizaciones internacionales ya presentes en el campo - siga proporcionando asistencia humanitaria y garantice unas condiciones de vida aceptables para las cientos de miles de personas que lo necesitan desesperadamente", concluye la jefa de Misión en Kenia.