Desnutrición infantil: una crisis global que afecta a millones de niños y niñas menores de 5 años

Cada año, más de tres millones de niños y niñas menores de 5 años mueren a causa de la desnutrición o por complicaciones relacionadas. El 80% de los casos más agudos de desnutrición se concentran en tan solo 20 países, principalmente en África subsahariana (como los países del Sahel y el Cuerno de África) y en ciertas regiones del sur de Asia. En áreas como el Sahel, la desnutrición se agudiza durante el periodo de escasez entre cosechas, conocido como el hunger gap.

¿Qué es la desnutrición?

La desnutrición es una condición grave que se produce cuando una persona no ingiere los nutrientes necesarios para satisfacer sus necesidades. En la primera infancia, es crucial contar con una dieta equilibrada que incluya proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales como el calcio, el zinc y el hierro. Sin embargo, en los países con menos recursos, muchas familias no pueden acceder a alimentos de origen animal como leche, carne o pescado. Esta falta de nutrientes esenciales es especialmente peligrosa en niños y niñas en edad de crecimiento, desde los 6 meses hasta los 2 años, aunque los menores de 5 años, adolescentes, mujeres embarazadas o lactantes, personas mayores y quienes padecen enfermedades crónicas también son extremadamente vulnerables.

La desnutrición no solo debilita el cuerpo, sino que también compromete el sistema inmunológico, aumentando el riesgo de morir a causa de infecciones como la malaria, neumonía, diarrea, sarampión o VIH/Sida.

Diagnóstico de la desnutrición: El papel del MUAC

El diagnóstico de la desnutrición se realiza mediante la medición de indicadores antropométricos como el peso y la talla. Una herramienta clave es el brazalete MUAC (Middle Upper Arm Circumference), que mide la circunferencia del brazo medio superior para identificar casos de desnutrición aguda. Según las medidas obtenidas, se diagnostica desnutrición aguda moderada o aguda severa. Además, la presencia de edemas es otro indicador de desnutrición severa.

Las formas más comunes de desnutrición severa incluyen el marasmo, caracterizado por una delgadez extrema, y el kwashiorkor, que se manifiesta con edemas en las piernas y pies. Sin tratamiento, más del 25% de los niños y niñas con desnutrición severa pueden morir, siendo los menores de 2 años los más vulnerables.

Tratamiento de la desnutrición: Uso de alimentos terapéuticos

Para tratar la desnutrición, Médicos Sin Fronteras (MSF) utilizamos alimentos terapéuticos listos para usar (RUTF, por sus siglas en inglés) en sus programas ambulatorios para niños y niñas sin complicaciones médicas. Estos alimentos terapéuticos, como las pastas a base de leche en polvo, cacahuete, aceite y azúcar, contienen todos los macro y micronutrientes esenciales para la recuperación. Los RUTF no necesitan agua para su preparación, lo que los hace ideales para su uso en entornos con acceso limitado al agua y permite que el tratamiento continúe en casa.

En casos más graves, cuando los niños y niñas presentan complicaciones médicas, son hospitalizados y tratados con leches terapéuticas diseñadas para estabilizar su metabolismo, junto con tratamiento médico adicional para otras enfermedades.

MSF y la lucha contra la desnutrición

Médicos Sin Fronteras hemos intervenido en numerosas crisis de desnutrición alrededor del mundo, en países como Níger, Etiopía, Somalia, Sudán, Uganda, Angola e India. En 2023, MSF ingresamos a 499.500 niños y niñas desnutridos en nuestros programas de alimentación ambulatoria, donde reciben tratamiento con alimentos terapéuticos en centros de nutrición especializados.

Los centros de nutrición se dividen en dos tipos: los centros de nutrición terapéutica (CNT), dedicados al tratamiento de la desnutrición aguda severa, y los centros de nutrición suplementaria (CNS), que tratan casos de desnutrición moderada sin complicaciones. En situaciones de alto riesgo de desnutrición severa, MSF distribuimos suplementos nutricionales de manera preventiva para evitar un deterioro mayor en la salud de los niños y niñas más vulnerables.

El mayor reto para MSF

MSF nos enfrentamos al desafío de aumentar el acceso al tratamiento para los niños y niñas con desnutrición severa, especialmente en contextos de inestabilidad o conflicto. Para ello, nuestra organización trabaja en simplificar los tratamientos, integrarlos con otras actividades curativas y preventivas, y descentralizar los servicios hacia las zonas más remotas.